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La competencia de HZE en el proceso de flotación de oro, plata y otros metales preciosos no tiene rival.

El proceso de flotación es esencial para la extracción de sulfuro y oro libre, y requiere la selección de reactivos adecuados para la mezcla con el purín y la recuperación. Por lo general, hay tres etapas: desbaste, barrido y limpieza.

El mineral de oro se envía primero a la concentradora, donde se somete a trituración, cribado y molienda. Después de este proceso, la lechada de mineral se dirige a la flotación.

La concentración por gravedad generalmente se aplica en los casos en que el mineral contiene partículas de oro libre considerables. En estos casos, normalmente se agrega equipo adicional al circuito de molienda para recuperar el oro.

Si el mineral tiene un mayor contenido de óxido, la extracción de oro a través de la flotación puede ser un desafío. Este problema puede resolverse utilizando una combinación de procesos de flotación y lixiviación con cianuro.

Puede ser necesario recuperar tanto el concentrado a granel como el concentrado de subproductos del mineral de oro, ya que podría contener minerales valiosos como cobre, plomo, zinc o hierro, para obtener el máximo beneficio de él. Esto debe hacerse teniendo en cuenta las condiciones específicas del mineral.

Después de la flotación, el concentrado generalmente se trata y filtra para eliminar la humedad, luego se empaqueta y se envía a las plantas de fundición. Los relaves generados por el proceso se depositan en un estanque de relaves o se deshidratan y almacenan.