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El mineral de oro se procesa en el concentrador, donde se tritura, se tamiza y se muele hasta obtener el tamaño de partícula mineral adecuado. Luego, la lechada se filtra para eliminar el aserrín y la fibra antes de aplicar el espesante para aumentar la concentración de la suspensión antes de que se someta a lixiviación con cianuro.

El proceso CIP comienza con la lixiviación de lodos en varios tanques utilizando cianuro u otros productos químicos. Después de eso, la solución se dirige a un tanque de adsorción lleno de carbón activado, con el fin de capturar el oro.

El proceso CIL (Carbono en lixiviación) implica la ejecución de operaciones de lixiviación y adsorción en varios tanques en paralelo.

El carbón activado cargado de oro se retira periódicamente del tanque de adsorción, se lava el lodo y cualquier otra impureza en su superficie, luego se transfiere al taller de desorción.

El sistema de desorción-electroobtención de HZE proporciona una gran eficiencia y un bajo consumo de energía, con un ciclo tan corto como 10 horas.

El barro de oro se somete a una serie de procesos, como el decapado, la separación de otros metales, el lavado, el filtrado y el secado. Esto permite fundirlo (smelt) y fundirlo en lingotes de oro de alta pureza de al menos el 97%.

HZE propuso que los relaves se procesen mediante filtración y deshidratación después de que se complete el proceso de lixiviación y adsorción. El filtrado obtenido de este proceso debe reciclarse en la piscina de producción de la planta para que el cianuro y otros agentes que queden puedan ser reutilizados. Esto reduciría la cantidad de productos químicos utilizados y proporcionaría una atmósfera más ecológica, al tiempo que detendría la liberación de sustancias peligrosas de la instalación.